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Contrato discográfico: qué es, cómo conseguirlo y modelo de ejemplo

Desde que abrimos Peculiar Records, cada semana recibimos mensajes de artistas que buscan discográfica, y en algunos casos también management, booking o simplemente una agencia que pueda encargarse de su marketing. Lo cierto es que la industria musical ha cambiado muchísimo con la revolución del consumo digital a todos los niveles y no es la intención de este artículo abordarlos todos, pero sí que vamos a hablar de aquellos que afectan al contrato discográfico, ese acuerdo con el que todas las bandas sueñan… pero ¿qué repercusión tiene en el año 2022? ¿te cambiará la vida? ¿puedes hacer algo por conseguirlo? vamos a verlo.

¿Qué es un contrato discográfico y para qué sirve?

Lo primero que hay que entender bien es qué es un contrato discográfico. Es un documento legal que regula la aportación y distribución de cada parte, es decir: una banda aporta su trabajo artístico mientras que la discográfica aporta su trabajo promocional para que ambos logren un rendimiento económico, en las condiciones que se estipulan sobre el papel.

La aportación del artista (su single, su disco o lo que es más común: sus próximos 3 discos o todo lo que se publique en los próximos X años) está muy clara. Pero ¿qué hay de la aportación de la discográfica? Sin duda ésta es la gran incógnita porque no se trata de algo físico ni a menudo cuantificable porque como artista no puedes monitorizar el tiempo que tu discográfica te está dedicando, no sabes los mails que ha escrito ni las llamadas que ha hecho, no sabes la importancia que tienes para ellos a nivel de negocio ni si hay otros artistas que estén copando su atención ahora mismo… es una cuestión de confianza.

Show me the money! Vale, teniendo claro lo anterior vamos a lo importante: ¿cómo se dividen los beneficios? Pues lo cierto es que depende de cada acuerdo, PERO sí hay unas condiciones standard en las que la discográfica recibe entre el 25% y el 40% de los beneficios, más de eso no deberías pagar y menos de eso… depende. Si simplemente se va a encargar de distribuir tu música digitalmente, una tarea que a día de hoy resulta muy sencilla, no debería cobrar más del 20%. Pero también deberías preguntarte: si simplemente vas a contratar ese servicio tan sencillo, ¿no te sale más a cuenta hacerlo tú mism@?

¿Cómo conseguirlo…

Ahora que tenemos claro de lo que estamos hablando, pasemos al quid de la cuestión. Está claro que tener una discográfica detrás puede suponer un impulso en tu carrera, siempre y cuando tengas claro que el equipo que hay detrás va a dedicarle tiempo y recursos. No hay una fórmula mágica para conseguir un contrato, pero sí algunas estrategias que harán que valoren tu producto y te consideren por encima de otras opciones:

  1. Métricas. Lo primero que van a hacer, incluso antes de escuchar tu música, es mirar tus redes sociales. Si tienes 50k seguidores tu música les sonará mucho mejor que si tienes 1k, así que te recomendamos encarecidamente que cuides tus redes, que crees concursos para ganar seguidores, que generes contenidos de calidad, que tengas una buena interacción y en definitiva que hagas tu trabajo personal antes de dar el paso.
  2. No envíes demos. Sería maravilloso que los AR de las compañías tuvieran una imaginación desbordante que les permitiera imaginar el producto acabado con la máxima calidad… pero no va a pasar. Cuando les llegue tu link van a dedicarle 5 minutos (como máximo) a escucharlo porque no les da el día, así que tienes que asegurarte que lo que les muestras es la mejor versión de lo que podría ser. Que no te puedan las ansias, si hace falta retrasar el lanzamiento hazlo, pero no desperdicies balas porque no habrá segundas oportunidades.
  3. Gestiona tus expectativas. Los grandes artistas reciben jugosos adelantos por sus discos… pero probablemente si estuvieras en ese punto no estarías leyendo esto. Tu primer contrato será una prueba, en la que la discográfica te pedirá el 40% de los royalties sin invertir un sólo euro, de forma que tendrás que pagar tú la producción, los videoclips y todo lo demás. Si lo haces bien y el disco funciona, podrás justificar las condiciones del próximo lanzamiento con datos en la mano, pero no esperes que alguien arriesgue a la primera porque no va a pasar.
  4. Prepara un buen dossier. No vale con redactar un mail con cuatro links y cruzar los dedos. Habla con tu amigo diseñador para que te monte un dossier con cara y ojos que muestren tus fotos en directo, recopila citas de medios, explica las marcas con las que has colaborado y en definitiva véndete (sí, hemos dicho véndete) lo mejor posible en el menor tiempo posible.
  5. El directo es fundamental. A día de hoy, cualquiera puede hacer un producto resultón en el estudio, pero el éxito del proyecto residirá en tu valía para defenderlo en directo, así que grábate una sesión de calidad, invierte algo de pasta en grabar tu próxima actuación o busca alguna colaboración con un medio que te saque un vídeo decente.
  6. Cuanto más des, más recibirás. Desde la eclosión del modelo tradicional de venta de discos, cada vez más discográficas tratan de cerrar acuerdos de 360º con los artistas, así que si sólo vas a darles royalties será más difícil que lo consigas que si cierras un acuerdo que también incluya un porcentaje de los directos y el management, en general.

…y con quién?

Aquí viene la gran pregunta: ¿es mejor ser cabeza de ratón con una discográfica pequeña o cola de león en una major como Universal, Sony o Warner? Podríamos escribir un libro sobre esto basado en los testimonios de músicos que conocemos, pero como eso violaría sus acuerdos de confidencialidad y además no es cuestión de darte la brasa, nos limitaremos a darte nuestra visión después de 16 años en la música.

Lo bueno de estar con una multi es que tienen acceso a unas oportunidades que nunca tendrá un sello independiente. Un ejemplo: Sony elige los teloneros de los Rolling Stones: hace 3 giras  fue Leiva, después Los Zigarros (grupazo donde los haya) y este verano lo hará Sidonie. ¿Conseguirías abrir a los Stones con una discográfica pequeña? Ni lo sueñes. Pero en el reverso de la moneda está la obviedad de que Sony (y cualquier otra major) dedica el 90% de su tiempo y recursos a los artistas que ya funcionan, como C Tangana, Alejandro Sanz o Guitarricadelafuente por citar géneros diversos. Teniendo en cuenta tu enorme potencial, ¿trabajarán día y noche porque triunfes? Pues no, claro que no. Seguro que te abrirán puertas, pero como decía la imagen que encabeza este artículo no podrás echarte a dormir y despertar cuando seas famoso: vas a tener que seguir picando piedra como el que más.

Entonces ¿lo que necesito es una discográfica más pequeña? Sí y no. Evidentemente es más fácil entrar en un sellos modesto, le dedicarán más tiempo a tu proyecto y tendrás una relación más fluida con ella para comentar oportunidades y dar/recibir ideas… pero a nivel de recursos están también más limitados a la hora de conseguir espacios, proponer colabos con artistas potentes y en definitiva dar un impulso significativo a tu carrera.

¿Entonces qué?

Nuestra recomendación, una vez entendido lo anterior, es que empieces por trabajar en todo lo que esté en tu mano: imagen, redes sociales, dossier, temas acabados, etc. y una vez tengas todo hagas un estudio de las discográficas con las que trabajan los artistas similares y las contactes. A todas. No esperes a tener respuesta de una para contactar a la siguiente porque ya te avisamos: no contestarán rápido. Pueden tardar entre una semana y un mes en decirte algo así que imagínate lo que te vas a demorar si quieres contactar a 10. Escríbeles, llámales, preséntate en su oficina o haz lo que te sientes cómod@ haciendo para tener una oportunidad, y si consigues que se lo planteen, estudia bien su oferta. Las relaciones que funcionan son siempre a largo plazo, así que elige aquella que te genere más confianza aunque quizá te de un % menor o sea más pequeña. En la música, como en la Fórmula1, la velocidad importa… pero siempre es el trabajo del equipo el que acaba ganando.

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