fbpx

Nombre artístico: cómo elegirlo y ejemplos curiosos

Mucha gente cree que el primer paso en el proceso de creación de un proyecto musical o creativo es elegir un nombre artístico. Para ellos, es el punto de partida sobre el cual se empieza a construir todo lo demás. Para otros, en cambio, es el último paso. ¿Cómo puedes definir en un solo nombre algo que no está del todo definido? En cualquier caso, no es nada fácil.

Un nombre artístico puede servir para proteger la identidad, para plantear el proyecto como la creación de una marca, para separar la vida personal de la vida profesional, o bien para enfatizar la diferenciación en el mercado o la industria musical. En definitiva, es la base de la imagen de marca que vas a presentar al público.

Por ese motivo, es importante elegir un nombre con el que te identifiques realmente y que refleje tu personalidad.

Contratar cantante famoso

Factores a tenes en cuenta a la hora de elegir un nombre artístico

  • La historia. En muchas ocasiones te van a preguntar el por qué o el motivo de la elección de ese nombre. Siempre es interesante que tenga una historia por la cual la gente lo recuerde y lo relacione contigo. Investiga sobre tu nombre y lo que este quiere decir, como el caso de Imagine Dragons que según ellos es un anagrama de la idea original que tuvieron… y 14 años más tarde aún no han desvelado a qué se refiere.
  • La pronunciación. Aunque parezca insignificante, es importante que la pronunciación sea fácil, ligera, y genere la mínima confusión posible. El boca oreja será la clave para la difusión de tu trabajo. Somos muuuuy fans de la música de RY X, pero con el nombre no estuvo tan fino… si pensamos en The The, pues un poco lo mismo, o en L.A. de Luis Alberto Segura. La intención es buena, pero la práctica no será fácil.
  • La originalidad. Evita imitar el nombre de otro artista cambiando sonidos o letras, eso te restará originalidad. Seguro que el cantante urbano Morad y la banda colombiana Morat están hartos de que los confundan constantemente. Ten en mente que eres único y reflejalo en tu nombre.
  • La memorabilidad. Un nombre artístico debe ser fácil de recordar, claro, y sencillo a la hora de escribirlo o leerlo. Cuánto más corto sea, más fuerza tendrá. Los nombres largos son mucho más propios de las bandas, como es el caso de Love of Lesbian (que lo eligieron a toda prisa en un concurso de bandas para tratar de llamar la atención del jurado), La Oreja De Van Gogh o El Último de La Fila. Luego está La Polla Records, que bueno… fueron algo más lejos.
  • La temporalidad. Piensa en un nombre que crezca contigo y que veas a largo plazo. Como si se tratara de un tatuaje del que es muy difícil desprenderse y que permanece en tu piel para siempre. Ten en cuenta que si lo cambias, no solo pierdes credibilidad, sino que puedes generar confusión entre el sector y entre el público. A veces es un proceso natural, como David Otero que tardó años en atreverse a desligarse de su pseudónimo ‘El Pescao’ porque no le representaba más.
  • El género musical. Aunque no sea determinante, puedes fijarte en los nombres de tus compañeros de profesión, en función del género musical en el que te enfoques. Los nombres del género urbano, por ejemplo, suelen seguir un patrón parecido: Tangana, Karol G, Anuel AA, Recycled J, Becky G, J Balvin, etc. Entre las bandas indie, en cambio, parece que hay una tendencia a recurrir a nombres de ciudades o lugares. Fíjate en Arde Bogotá, Viva Suecia, Conociendo Rusia, I’m from Barcelona, London Grammar, Australian Blonde, Of Montreal o Playa Cuberris.

¿En qué te puedes inspirar a la hora de elegirlos?

  • Apodos/sobrenombres: El verdadero nombre del Arrebato es Javier Labandón, pero su nombre artístico se debe a su abuela Leonor, quien de pequeño le llamaba “arrebato” por su actitud inquieta y rebelde. Algo parecido sucede con Macaco, quien eligió ese pseudónimo por su hermana, que le solía llamar así por ser “inquieto como un mono”. El caso de Leiva sigue esta línea; así es como le llamaban sus amigos de pequeño a raíz de su gran parecido al futbolista Leivinha, ex-jugador del Atlético de Madrid.
  • Nombres, apellidos, y segundos nombres: Seguro que conoces a Juanes, autor e intérprete de temazos como La Camisa Negra, A Dios le pido, Me enamora, o Volverte a ver. A lo largo de su trayectoria, su nombre de artista ha generado confusión por ser el plural de Juan, pero la realidad es que es una fusión de sus dos nombres: Juan Esteban. Y como él, una larga de artistas han usado este recurso para encontrar su pseudónimo: Alejandro Sánchez Pizarro (Alejandro Sanz), María Lucía (Malú), Enrique Martin Morales (Ricky Martin), o Marco Antonio Muñiz (Marc Anthony).
  • Nombre de pila: Muchos artistas creen que la forma más auténtica de mantener su esencia es firmar su obra con su nombre de pila. Pablo López, Manuel Carrasco, Antonio Orozco, Vanesa Martín, Aitana o Rosalía son algunos de los ejemplos más populares.
  • Alter ego: Stefani Joanne Angelina Germanotta, más conocida como Lady Gaga, es el claro ejemplo de la creación de un alter ego. Gaga ha conseguido construir, a raíz de su nombre artístico, un personaje excéntrico y majestuoso que todos reconocemos de inmediato. Quizás no conozcas a Pete Gene Herández, pero cuando se sube a un escenario se convierte en Bruno Mars. ¿Te suena?
  • Personalidades históricas: Aunque es posible que el primer ejemplo que te venga a la mente sea el de Quevedo, intérprete del tema del verano junto con Bzrp, cabe mencionar que su pseudónimo es su verdadero apellido y no una referencia al famoso escritor del Siglo de Oro, Francisco de Quevedo. Aun así, puede ser una buena idea rebuscar entre los libros de historia y filosofía para inspirarse y construir un nombre de artista. A Alejandro Sanz no le fue demasiado bien como Alejandro Magno… pero ¿quién sabe?
  • Personajes de series o películas: Elmer Figueroa Arce se inspiró en una serie de televisión que veía su madre para elegir su nombre artístico, Chayanne. Seguro que tienes una serie favorita, una película que te ha inspirado, o un personaje con el que te sientes especialmente identificado. ¿Y si pruebas a darle una vuelta?

Como ves, la elección de un nombre artístico es algo muy amplio, abstracto y subjetivo, pero puede ser un proceso muy divertido y provechoso a la hora de autoconocerse como artista y de analizar lo que se quiere transmitir de cara al público. ¿Necesitas contratar músicos famosos? Podemos ayudarte.

Últimos post:
Cuéntanos tu idea
Lo que se te pase por la cabeza, cuéntanos de qué va y nos ponemos en marcha.