Tal día como hoy, el 9 de octubre de 1981, Prince saltó al Memorial Coliseum de Los Ángeles para telonear a los Rolling Stones, como apuesta personal de Mick Jagger… pero aquella noche se convertiría en un infierno para el músico de Minneapolis.

Prince

No hubo química desde el principio. Según avanzaba el bolo, el público se volvió más y más hostil a la provocativa puesta en escena, de forma que a partir de la tercera canción los abucheos y lanzamientos se objetos le obligaron a dejar el escenario… aunque volvió para tocar el quinto y último tema con la banda, que no era otro que «Why You Wanna Treat me so Bad?» (¿Por qué me tratas tan mal?)

Al día siguiente Prince se sentía tan humillado que se volvió a Minneapolis, pero Jagger y el promotor del evento, Bill Graham, le pidieron una segunda oportunidad en el concierto de los Stones del 11 de octubre. Lejos de aprender la lección, los 94.000 espectadores que abarrotaban el estadio lo recibieron aún peor, lanzándole latas, botellas… ¡incluso vísceras de animales! Pero esta vez Prince resistió, no se bajó del escenario y terminó su show hasta el final.

Aquel día Prince decidió que nunca volvería a ser telonero de nadie, pero tampoco le hizo falta: 3 años después lanzó Purple Rain que lo convirtió en una estrella de la música a nivel mundial y cerró para siempre las bocas de sus críticos.

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